El accidente que sufrió Patricia en su bici, al caer y fracturarse una pierna, será apenas una anécdota dentro de esta conmovedora historia.
Desde el punto que se lo mire, podría contarse de diferentes maneras. Pero no existe manera de no contar esta historia tal como lo fue: emotiva y admirable.
Patricia es una feriante pellegrinense que se gana su dinero vendiendo pastelitos y roscas. Una luchadora. Unos dias atrás, su bicicleta le jugó una mala pasada y al caer sufrió la fractura de una pierna y debió ser internada. El diagnóstico fue inmediato: operación y colocación de clavos. Patricia no contaba con ese dinero. Y para males, el impedimento de salir a trabajar y sin saber si su obra social cubría los gastos. A veces, tristemente, no queda otra opción que que apelar a lo material que se tiene para vender rápidamente: lo único que tenía era un metegol que su familia había comprado con mucho esfuerzo para navidad y esa era su única salida del momento para contar con algo de dinero. $13 mil pesos era lo que pedía. Ese monto no le alcanzaba para cubrir la totalidad de los gastos.
Como nos suele ocurrir cada vez que nos sucede algo malo o inesperado, Patricia se preguntaba por qué le tenía que pasar a ella. Claro que lo hacía entre lágrimas. Sin poder alejar el dolor por el golpe, pero aun más angustiante, la preocupación de solventar los gastos que este accidente le había ocasionado.
Ante tanta adversidad, que a veces nos hace hasta perder la fe, hay veces que aparecen gestos que nos hacen reavivar la llama de la esperanza, que nos hace ver una pequeña luz al final del túnel. Que quedan personas que con alguna obra de bien nos hacen mantener el deseo que un dia todos pensaremos en ayudar al prójimo.
Tras ser publicado en Portal Pellegrinense lo sucedido con Patricia y el pedido de colaboración a la población para quien quiera comprar su metegol, apareció un gesto de esos que es difícil describir. Porque decir que fue solidario le queda chico. Porque ponerlo en letras mayúsculas para que al menos se lleve un reconocimiento en estas líneas no podemos, porque eligió humildemente mantenerse en el anonimato. Esta enorme persona se comunicó con este medio para pedir datos de la mujer y así donarle $40 mil pesos, para que Patricia pueda solventar la totalidad de los gastos causados, y como la obra social que tiene por su marido le cubre la operación, pagará una parte de gastos y el resto, les quedará para darle un impulso económico a la familia.
Siempre se destaca a este pueblo por ser solidario. Pero hay historias que además nos hacen olvidar los malos tragos de la vida, y a nosotros nos inhiben de contarla como noticia. Porque gestos de grandeza como este, no sólo que se agradecen como lo hizo Patricia, sino que nunca se olvidan. No se conocían, pero hubo un punto en común: la humildad. La humildad de la mujer al salir a vender lo único material que tenía a mano y la humildad de esta persona que al donar prefirió el anonimato. Ella no se borrará jamás este episodio, se realizará la operación la semana que viene, se recuperará y el metegol quedará en su casa para su familia que lo compró con tanto esfuerzo. Y quien realizó la donación tampoco lo olvidará, porque estas acciones engrandecen el corazón.
La protagonista de esta historia es Patricia Falcón, feriante de Manos Pellegrinenses. Se comunicó con este medio para reiteradamente dar gracias a quienes colaboraron y se preocuparon. Mencionó a la Comuna de Carlos Pellegrini que se puso a disposición inmediatamente, a Caritas, a las personas que la ayudaron a levantarse en su caída y a este medio por publicar el pedido de colaboración que le llegó a la persona anónima que es la otra gran protagonista de esta historia. Conmovedor.
