Desde el Centro Comercial de Carlos Pellegrini, informaron los detalles del nuevo programa de devolución del Impuesto al Valor Agregado (IVA) para la canasta básica “Compre sin IVA”. La iniciativa quedó en vigencia a partir de ayer lunes, tal como se publicó en el Boletín Oficial del Gobierno.
De este modo, se devolverá el 21% del IVA de compras pagadas con tarjeta de débito en determinados comercios, con un tope de $18.800. Abarcará a trabajadores en relación de dependencia con ingresos de hasta seis Salarios Mínimos, Vitales y Móviles, y a quienes perciban jubilaciones, pensiones por fallecimiento y pensiones no contributivas nacionales con un máximo de seis haberes mínimos.
El tope de ingresos para acceder al beneficio para trabajadores en relación de dependencia quedó establecido en $708.000. En el caso de los jubilados, en $524.758,56.
Otros individuos que podrán acceder son personas que trabajan en casas particulares, monotributistas de todas las categorías y beneficiarios de la Tarjeta Alimentar o de las tarjetas emitidas del Programa Potenciar Trabajo.
Quedan exceptuados los contribuyentes del Impuesto a los Bienes Personales y los trabajadores autónomos.
Para acceder al beneficio se deberá abonar con tarjeta de débito físicas de Pago Electrónico Inmediato o través de pagos con débito con códigos QR. Luego de cada transacción, el monto será reintegrado a la cuenta bancaria asociada a la tarjeta en un máximo de 48 horas.
Los reintegros parecerán en los resúmenes de cuenta de cada mes con el identificador “Reintegro programa Compre sin IVA”.
Los comercios que podrán ofrecer el beneficio son aquellos registrados ante la AFIP bajo 25 nomencladores de actividades económicas, incluyendo mayoristas, hipermercados, supermercados, minimercados, fiambrerías, almacenes, dietéticas, carnicerías, pescaderías, verdulerías, mercados y puestos móviles; y comercios alimenticios especializados.
El régimen se extenderá hasta el 31 de diciembre de este año, aunque el Poder ejecutivo elevará un proyecto de ley para reducir de forma permanente la carga tributaria que recae sobre los bienes de la canasta básica.